Ayer contemplaba la luna desde mi balcón. Le decía que la envidiaba porque ella guardaba todos tus sueños.
Hoy es ella quién me envidia, pues solo yo puedo darte besos.
Hoy dormías entre mis brazos y era yo guardiana de todos tus sueños y deseos, pero también te protegía de tus temores. Pero con un solo beso parecía que todo se desvanecía. Todos los temores se perdían por la senda de las ilusiones y todos los sueños viajaban hasta la luna, pues ella es la única que los hace realidad, solo la luna conoce nuestro secreto, solo ella sabe que te amo.
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