jueves, 28 de noviembre de 2013

Dispuesta a amar

Ayer volví a pensar en él. Hacía tiempo que lo hacía, y mucho menos de la forma como lo hice. Volví a imaginar sus manos envolviendo mi cuerpo, abrazándome, desándome, carícias envueltas de pasión, besos llenos de lujuria. Fué estúpido. Ahora tengo a mi príncipe, pero no puedo dejar de cavilar que todo lo que tengo es gracias a él, aquel ladrón de besos e instantes perfectos. 

Estaba enamorada de él,, pero ese sentimiento empezó por querer olvidar a mi príncipe, porque supuse que nunca sería para mí.
Este enamoramiento me condujo al paraíso en cada noche que estube a su lado, pero también me llevó a la soledad y al sufrimiento. Fué un cuento de hadas, instantes perfectos que terminaron de la misma manera que acaban los cuentos, con un beso. Un último beso de despedida, un último momento perfecto para llevarlo en el recuerdo. Aquel beso estaba impregnado con el aroma de la pasión y del sufrimiento, aquel aroma tan característico de nuestras noches de verano.

***

Aquellas noches de verano fueron las estrellas que adornaron mi cielo, parte del cielo que ahora brilla gracias a mi príncipe. Cada beso que nos dimos fué una mentira, cada carícia fué un clavo para mi corazón, cada palabra que nos dijimos fueron puñales en mi alma y cada vez que hicimos el amor fué un año más de condena, condena a mi misma, condenada a sufrir por una pasión. 

Ahora recuerdo esas noches, esos momentos con especial estima, pues ahora ya sé amar de verdad. Gracias a esa pasión loca - porque solo los locos se embarcan en la nave del sufrimiento  -  estoy dispuesta a enamorarme de verdad, no tengo miedo a sufrir.
Mi príncipe es el único que me trata como su princesa, el único que me valora por lo que soy, una loca soñadora dispuesta a amar.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Tu mirada

Descubriendo el sendero que me lleva al mundo de los sueños, el mundo dondo solo vivimos tu y yo, aquél que con solo vernos ya es perfecto. 
Este sendero se encuentra en tu mirada. Cálida. Dulce. Preciosa. Suave. Tuya.


viernes, 22 de noviembre de 2013

El fin del mundo

Ayer pensé donde se encontrará el fin del mundo. En el norte de Noruega, allí donde el cielo se cubre de colores, instantes perfectos e irrepetibles. Quizás se encuentra en alguna isla del Pacífico, allí donde las personas no han dejado huella, donde se encuentran las preciosas playas vírgenes, pedacitos de cielo puestos en la tierra.

Pero mi fin del mundo se encuentra entre tus brazos, en tu mirada, allí donde dejamos atrás la realidad y empezamos a soñar un mundo nuevo, donde solo vivimos los dos. Tus brazos son mi refugio y tus ojos son la puerta a mi perdición. Qualquier lugar será el fin del mundo si estoy contigo, pues contigo todo parece detenerse, nada importa más que estar junto a ti.




jueves, 21 de noviembre de 2013

Microcuento

Sueño que estas conmigo, sueño que duermes junto a mí.
Sueña conmigo esta noche, sueña que estamos juntos, hagamos de este sueño realidad no despertando jamás.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Un instante más

Cada noche sueño contigo y cada vez que te veo no sé distinguir entre los sueños y la realidad.
Cada instante contigo es un mundo, un mundo donde solo vivimos los dos, solo nuestro.
Dime dónde está este mudo. En la frontera entre los sueños y la realidad, pero si es un sueño yo no quiero despertar, soñemos juntos un instante más, soñemos hasta terminar dormidos el uno en brazos del otro. 
Un sueño eterno donde solo participamos los dos, un sueño que nos transporta hacia el paraíso. Nuestro paraíso se encuentra en el límite del juicio y la locura, enloquecidos de pasión, caminamos entre la gente que no sueña nada, que no aspira a nada más. 
Yo aspiro a soñar contigo para siempre, a vivir entre los sueños y la realidad, entre la locura y el juicio, a ser el motivo de tu risa, porque si tu me sonries todo mi mundo se paraliza y nada importa más que estar juntos, seguir soñando un instante más.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Microcuento

Aquella noche, hicieron el amor bajo las estrellas.

Era una noche fresca, el verano se acababa y el otoño pronto llegaría, pero bajo el frío que se aproximaba, ellos tenían calor. Se anhelaban tanto que respiraban la pasión del otro, tanto era su deseo que no podían evitar sentirse culpables, culpables por desearse, culpables por haver caído en la tentación.

Y ella, era quién se sentía más culpable. Estaba prometida con otro hombre, pero su deseo estaba en brazos de él. 
La pasión la elevaba a lugares que jamés hubiera pensado que llegaría, el deseo de que él la poseyera la llevaba a la locura. Y así fue. Acabó sin su boda y loca de pasión por él.