miércoles, 30 de octubre de 2013

Miedo

Nunca me había sentido la princesa de un cuento, siempre pensé que los sueños no podían hacerse realidad, pero los sueños son para los soñadores y los soñadores sueñan que son los dueños de sus sueños.

Hiciste mi sueño realidad, soñé despierta que era la princesa del cuento que tú escribiste para mí.
Pero por miedo a seguir soñando despertamos de golpe, por miedo a que los sueños fueran realidad dejamos de soñar.

Pero es el miedo a perderte lo que me impide despertar, quiero ser tu sueño y ssolo despertar cuando tengamos el valor suficiente para afrontarnos al mundo.

***

En realidad soy una cobarde, tengo tanto miedo que me limito a querer seguir soñando. Tengo miedo que el cuento sea cierto, y que por una vez en mi corta vida, el príncipe azul exista. Tengo miedo a terminar el cuento, aún no hemos escrito el "felices para siempre", pero sobretodo tengo miedo a perderte. 
No quiero acabar nuestra historia, no quiero. Llámame egoista si quieres, pero no tengo el valor para asimilar que ya no eres mío, que mi príncipe azul solo está en mis sueños y cabalga entre las nubes.
Soy una cobarde y no quiero renunciar a ti. O quizás soy una soñadora que no quiere despertar por miedo a no encontrarse la realidad tal y como la soñó. Solo por miedo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Una sonrisa

Por una sonrisa tuya no se que daría, mi vida entera por un momenti de tu alegría.
Por un suspiro de amor verdadero, daría todas las estrellas si pudiera conseguirlas.
Por un instante a tu lado, le entregaría mi alma al diablo y ardería en el fuego eterno si eso pudiera acercarme a ti.
Por formar parte de tu mundo, no se que daría.

***

Un vez leí a un gran poeta, se llamaba Bécquer y aún tengo sus hermosos poemas en mi corazón. 
Cuando empecé a leer, quise sentir que iban dirigidos a mí, jamás me había sentido tan amada, aún sabiendo que era falso.
Recuerdo aquella noche en que me enamoré de la poesía: una noche fresca de primavera, la luna brillaba en lo alto del cielo con sus incontables compañeras. Desde mi ventana veía el reflejo de la noche que bañaba en plata todos los alrededores.

Hoy es una noche de primavera, de las más cálidas hasta ahora, pero no sé si la luna y las estrellas brillan hoy. Desde mi habitación solo veo oscuridad y en mi mente deambulan versos de Bécquer, Neruda y cartas de amor aún por escribir.

Esta noche, como todas, como ninguna te escribo a ti.
Sé em que noche me enamoré de los versos de Bécquer, pero desconozco el instante en que me enamoré de ti.
Mis palabras de amor incomprendido vuelan hacia ti con cada suspiro de mi alma.

***

Bécquer no sabía que daría por un beso, pero yo sé que daría por una sonrisa de tu cuerpo para mis ojos. Mil instantes de felicidad por una sonrisa.