No se necesitan palabras cuando una mirada es sincera.
No hay nada que yo pueda decirte si tú me miras. Y si te miro, me pierdo en la inmensidad de tus ojos.
No se necesitan palabras cuando una mirada es sincera y no se necesita mirar lo que el corazón ya sabe, solo hay que dejarse llevar. Me dejé llevar una vez y me condujo hasta ti. No necesito nada más que una mirada tuya para saber que estaré bien a tu lado.
Solo eso, una mirada sincera, y pondrás mi mundo patas arriba.
Pero no cambiaria nada, pues prefiero un segundo a tu lado que toda una vida sin haberte conocido, prefiero una mirada tuya, un solo instante fugaz y efímero, que una eternidad sin verte, aunque nunca te hubiese conocido.